Ayer estuve observando los pájaros, y pude constatar que están aumentando tanto en número de individuos como en especies que vienen a visitarnos. Cuando llegamos aquí, la fauna avícola era casi inexistente en el llano, y sólo cantaban dentro del bosque.
Entre las especies más interesantes para los huertos está el petirrojo. Este pájaro es simpatiquísimo. En catalán se le llama cagamànecs, cagamangos, porque si dejas en el huerto una herramienta puesta en pie, con el mango hacia arriba, a los pocos momentos llega el petirrojo y se posa en él, y claro, si está un rato, pues se hace caquita. Es uno de los pocos pájaros que no rehúye del todo la compañía humana: nos ronda cuando estamos cavando la tierra, porque sabe que hacemos aflorar pequeños insectos y gusanitos que tanto le gustan.
Es muy importante no utilizar insecticidas químicos en nuestros huertos si queremos disfrutar de tan agradable compañía, porque el petirrojo se dedica, a poco que lo dejemos, a comerse el pulgón de las plantas y otros insectos indeseables.
Me gusta verlo rondar, con sus alitas grises y su pecho y su carita naranjas, y ese piquito tan aguzado, para comerse los insectos.
Entre las especies más interesantes para los huertos está el petirrojo. Este pájaro es simpatiquísimo. En catalán se le llama cagamànecs, cagamangos, porque si dejas en el huerto una herramienta puesta en pie, con el mango hacia arriba, a los pocos momentos llega el petirrojo y se posa en él, y claro, si está un rato, pues se hace caquita. Es uno de los pocos pájaros que no rehúye del todo la compañía humana: nos ronda cuando estamos cavando la tierra, porque sabe que hacemos aflorar pequeños insectos y gusanitos que tanto le gustan.
Es muy importante no utilizar insecticidas químicos en nuestros huertos si queremos disfrutar de tan agradable compañía, porque el petirrojo se dedica, a poco que lo dejemos, a comerse el pulgón de las plantas y otros insectos indeseables.
Me gusta verlo rondar, con sus alitas grises y su pecho y su carita naranjas, y ese piquito tan aguzado, para comerse los insectos.
El avatar de Otiñar, que veis en la sección de seguidores del blog, es un petirrojo posado en la mano de un ser humano.
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