Ayer abrimos un bote de pimientos para poner en el aperitivo...y se habían estropeado. Es la primera vez que nos pasa, otros años también los habíamos hecho y salieron muy buenos. Quizá sea que no había suficiente vinagre en la mezcla con el agua y la sal. Bueno, en la cosecha siguiente será...
No creo que sea debido a que los pimientos eran de los gordos, pero que estaban ya al principio de los fríos, y decidí recogerlos antes de que se helaran las matas. En años anteriores habíamos preparado la conserva con tomates tipo italiano, de los alargados.
Es de vital importancia, cuando abráis un bote de conserva casera, que oláis inmediatamente el primer aroma que sale de él. Es muy importante identificar el buen estado de la conserva, ya que si se ha echado a perder, podemos infectarnos con Clostridium botulinum, un nada agradable microorganismo productor del botulismo. Esta enfermedad consiste en la parálisis de los músculos producida por una toxina fabricada por esta criatura. Si se paralizan los músculos de la respiración...c´est fini.
Por cierto, una curiosidad: esta toxina es la que se utiliza en el famosísimo botox; se inyecta la toxina en los músculos faciales, y como se paralizan, queda la cara tiesa.
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