Ayer me fui a acostar muy pronto, el dolor de cabeza era insoportable. Ya ayer por la tarde algunos de vosotros dejásteis vuestros comentarios, y me hizo mucho bien. Y esta mañana, al conectarme, veo nuevos mensajes: gracias a todos.
No sé porqué demonios, cuando hay algún problema de dinero, que total, si es una tontería, son cuatro gastos tontos de comida, que no hay para tanto, me pongo como un basilisco. Reconozco que el dinero es mi talón de Aquiles: por ahí, la maestría del grado 33 se va a tomar vientos, pierdo el control, y para más inri, somatizo: o sea, que me dan ardores de estómago, dolores de cabeza y palpitaciones. Total, que no valgo un duro. Paso un mal día, se lo hago pasar mal a él, y al día siguiente, más o menos vuelve la normalidad. Y es que son tonterías, que el día que fuera algo gordo, no sé...total, mi pobre marido sólo se ha gastado el dinero en comida de más, (pero con la tarjeta), que si se hubiera ido de picos pardos... pero con el dinero no puedo. Esto es un trauma que me quedó de mi primer trabajo, cuando me despidieron a la semana de decirme que me iban a ascender, y no lo he asimilado nunca. Desde entonces no levanto cabeza.
Supongo que hubiera tenido que ir a algún tipo de terapia, pero no lo hice. Es ahora, y al recordarlo me sudan las palmas de las manos...las técnicas de relajación que explica Joa me son necesarias. Pero yo sola...no sé hacerlo muy bien.
En fin, hoy ya veo las cosas más despejadas. A ver, perfecta no soy, amigos. Alguna tara tenía que tener. La mía va por aquí. Hace tiempo me enseñaron que el hacer las cosas bien no es sinónimo de éxito. Y eso se me ha quedado atragantado, no lo puedo digerir (de ahí vienen mis dolores de estómago) y no lo puedo comprender (de ahí mis dolores de cabeza). Y como me da pena del mundo, me duele el corazón (palpitaciones).
En fin, como dice mi madre, muy delicado el trapo de la cocina...
2 comentarios:
Si de algo estoy seguro es de que HACER LAS COSAS BIEN y ÉXITO son términos que chirrían en una misma frase.
La vez que tuve "éxito" (felicitaciones y parabienes, reconocimiento y atención) fue la vez que accidentalmente (más bien sin plena consciencia de lo que podía provocar) fue la vez, repito, que peor hice las cosas.
Afortunadamente, fui testigo del seísmo que ocasioné y pese a que el daño ya estaba hecho, tomé el partido de ABANDONAR el yate del triunfo.
robin, el dinero es necesario, pero no debería ser jamás motivo de DISGUSTO.
Nunca debe provocar un desencuentro con la pareja.
Debes darle su justo sentido y si tu pareja te ha facilitado un pequeño capricho para compartir, debes encontrar el detalle del gesto, no el inconveniente del precio económico.
Estas palabras son sabias. Pero me atreveré a hacer dos matizaciones:
-si este mes se produce un retraso en el día del cobro del alquiler, (estamos en fiestas, errores informáticos) la cuenta queda al descubierto (por poco) y pueden cortar la linea de internet.Y cobrar comisión por descubierto. Molestias innecesarias. Mal menor, me dirás: pero mal. Evitable. Sí,reconozco que es un mal muy menor. Mea culpa, soy demasiado exigente, empezando por mí misma.
-no puedo asimilar que hacer las cosas bien no sea recompensado. Es superior a mí. ¿Deformación universitaria? Tal vez. En ese bendito mundo, el que trabajaba obtenía su recompensa. Pura y simplemente.Fuí la segunda de mi promoción. Ayudé a todo el mundo cuanto pude, pasando apuntes, dejando copiar a todo el mundo en los exámenes.En el mundo real, eso no funciona así: Lo entendí tarde y mal, nadie se tomó la molestia de enseñármelo.
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