LA CORONA DE LOS DIOSES

Esta planta se llama Coronilla glauca, carolina para los amigos. Es una Papilonácea que da color amarillo a las laderas de estos montes, muy persistente. Es también muy usada en jardinería, donde se valora su porte arbustivo y rápido crecimiento. Con esta planta tengo yo una anécdota de pijos...
Resulta que los diseñadores de jardines suelen planearlos para que crezcan con rapidez y los clientes se queden contentitos, y en ciertas ocasiones no tienen en cuenta el mantenimiento posterior que las plantas que incluyen en el diseño necesitarán.
En cierto lugar de Urbanilandia, una empresa de jardinería montó un jardín con la exigencia por parte de los dueños de que debía ser de crecimento rápido, dado que la propietaria padecía un grave problema de salud que inducía a pensar en su pronto abandono de este mundo. Sin embargo, afortunadamente para ella, la medicina obró maravillas y sanó. El marrón paisajístico, de todas maneras, quedó montado, porque los encargados del mantenimiento del jardincillo éramos nosotros. Las plantas, escogidas con acierto para un rápido crecimiento, se desmadraron y había que podar prácticamente cada semana. Y nuestras amigas las carolinas, si las podas, no florecen...total, que un día me sale el orondo propietario cual basilisco y me dice, con muy malas maneras:
-Es que no sabéis ni podar, mira cómo están estas plantas (no sabía ni el nombre, claro) que parecen árboles...
Yo ya estaba con el passing shot preparado, cual Kumari nepalí rabiosa, y entonces me detuvo mi marido, siempre dispuesto al pase de pecho. Convenció al energúmeno que debía escoger entre floración y porte arbustivo.
Es un santo.