jueves, 3 de febrero de 2011

Cazadores en el horizonte: esta mañana han aparecido, con su silueta recortada sobre la montaña cercana, dos cazadores. Escopetón telescópico en ristre. La verdad es que parecía que estábamos en una de esas fincas de narcos, con guardias apostados en los altos para protegernos. Ya me imaginaba a mi marido con unas cadenas de oro alrededor del cuello, gafas de sol, pecho palomo al aire y fumando un puro habanero, diciéndome: tranquila, nena, los muchachos lo tienen todo bajo control...Con los prismáticos hemos ido siguiendo sus movimientos: por si acaso, más que nada porque las escopetas las carga el diablo, y tal vez un tiro errado, una bala perdida...que no, que ya sé que los cazadores son gente responsable y saben lo que hacen...pero el otro día informaron en la radio sobre un accidente de caza, los cuales, por cierto, no suelen difundirse mucho, y la verdad es que habría que esmerar las revisiones médicas para otorgar los permisos de armas, porque confundir al suegro con un jabalí...tiene tela...

1 comentario:

Marta dijo...

Ay que tener cuidado con los cazadores, algunos van a sus anchas sin respetar la propiedades y disparando a todo lo que se mueve.
Dani siempre que oye alguno cerca se pone a cantar, para que sepan que hay gente en los alrededores.