miércoles, 23 de febrero de 2011

SOBRE LA CONSCIENCIA DE LA AUTOSUFICIENCIA

Con lo que nos aportan las visitas que vamos recibiendo y los contactos a través de correo electrónico con la peñita, me estoy dando cuenta de que hay muchas maneras, proyectos, anhelos, que palpitan en la gente, y que los lleva a mirar fuera del curso sistémico de los acontecimientos. Gente que se sale o se quiere salir de los caminos ortodoxos.
Cualquier motivación me parece, obviamente, y a estas alturas ya me conoceréis, totalmente legítima. Pero os voy a contar la motivación principal, la esencia primigenia de mi manera de plantearme la autosuficiencia, y que ha sido el motivo madre de todos los motivos racionales posteriores, motivos racionales que podemos definir como cansancio ante las injusticias, búsqueda de un modo de vida menos lesivo para el planeta...
La esencia íntima, principio y final de mi búsqueda, es sentir qué siente (aquí vale la redundancia) un ser humano (entendido como especie animal) al vivir íntimamente ligado a un medio natural. No me refiero a sensaciones más o menos intelectuales, que también, pero principalmente, me interesa conocer la capacidad de un ser humano para obtener del medio los recursos que necesita para vivir.
Me diréis: muchos antes lo han hecho, y hay libros al respecto, no hace falta jugársela saliendo del sistema para saber lo que pasa. Pues esto no me vale: mi experiencia quiero que sea la mía, la mía y la de mi marido, se entiende. Porque lo primero que he aprendido es que una persona sola no puede llegar muy lejos. A no ser que sea una especie de héroe griego, que levantaban monolitos de un soplido...
En fin, ahí queda la reflexión, por si ayuda a alguien. Analizad bien vuestras motivaciones, hablad con la gente que os vaya a acompañar en la aventura, y haced lo que queráis.

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