Para favorecer aún más que vengan los pájaros, hemos construído con ramas caídas de pino estas perchas. Nada más acabarlas, los grisones cabecinegros han venido, y han empezado a utilizarlas como trampolines. Me gusta que vengan, porque se suben por el tronco de los olivos y van picoteando insectillos que se esconden en la corteza. Y ojo, porque me parece que ronda por aquí otra especie: un pájaro más grande, pero no tanto como los tordos, que es gris ocuro, pero al volar se le distinguen dos franjas anaranjadas a lo largo de los laterales de la cola. De momento sólo lo he medio visto dos veces, porque es más huidizo, pero voy a ver si con los prismáticos consigo verlo mejor. Espero que con estas perchas la avifauna aumente.
Tengo pensado colgar de los troncos unas pequeñas plataformas para poner comida.
2 comentarios:
Si tienes en algún momento sobras de grasa de alguna carne que hayas hecho, coges esa grasa que se solidifica con el frío y la mezclas con migas de pan seco y pienso de las gallinas y lo pones en un plato. Dejas que se solidifique y luego lo pones fuera y se lo comen ¡con unas ganas...! además ahora todavía hace un poco de frío, y algo de grasa les sirve para pasar el último mes del invierno. Yo lo hago cuando tengo esa sobra de grasa en la sartén.
Tambien puede servir de valla.
Publicar un comentario