Los gemelos están en plena actividad. A las 7 de la mañana ya estaban saltando por el corral, persiguiendo las gallinas. Su madre está algo desorientada, pues no sabe dónde mirar para controlar a los dos bebés. Hoy ya protestaban más cuando los hemos cogido en brazos, deben haberse dado cuenta de que somos humanoides y potenciales hacedores de parrilladas y costilladas. Es curioso cómo estos animales nos tienen un poco de manía: juegan con las gallinas, con los perros...pero a nosotros no nos quieren mucho. Sabia memoria genética que les advierte de nuestras aviesas intenciones neolíticas...
2 comentarios:
un cabrito... macho... y vosotros haciendo un horno de piedra...
a mi tampoco me gustaria estar cerca de vosotros jajaja
La princesa se va a volver loca con las cabras... cabritas de su tamaño!! vamos ni se lo imagina... jaja
Tengo ganas de verle la cara cuando las vea.
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