Aquí está el bidón que se rompió al volcar el remolque, reparado y listo para plantar zanahorias y remolachas. La reparación consistió en pegar con cinta aislante las rajas de las roturas, y hacer agujeros en la base para el drenaje. Está lleno de tierra de bosque que mi querido clan gallináceo ha removido, y ahora está suelto bajo los árboles y listo para recoger con pala. Como véis, tiene bastante profundidad, con lo cual las raíces espero que se desarrollen a sus anchas. Habrá que regarlo varias veces para que el humus se consolide. Añadiré también estiércol y removeré bien. No pienso plantar las semillas hasta marzo: no caeré en la trampa de la precipitación, como con los tomates...
3 comentarios:
Cuidado con el estiercol si es fresco, que este bien compostado, a las remolachas y a las zanahorias no les gusta el fresco.
Vale, lo tendré en cuenta.No le pondré nada, porque aquí no se composta nada del montón...como no llueve, todo queda seco y deshidratado. Estoy hasta las narices de tanta sequedad...
Cuando planteis las zanahorias, observar a ver si van bien los agujeros del drenaje.
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