lunes, 28 de febrero de 2011

CHIVITA, CÁSTOR Y PÓLLUX





Hasta que nuestro doctor Oskar no nos dé el alta, no echaremos las campanas al vuelo; pero bueno, parece que la cosa de momento va bien. Hemos traído unas ramas de almendro de la poda para Chivita, porque los almendros les gustan mucho. Las flores son dulces y le aportarán vitaminas frescas. Y aquí están Cástor (orejas más blancas) y Póllux, que se dejan coger, tocar, besar y son unas criaturas simpatiquísimas. No como Onga, que es lo más esquivo que he visto. No quiere saber nada de los humanoides. No le falta algo de razón...últimamente parecemos el doctor Menguele, siempre con jeringas en la mano...
El nombre de los gemelos tiene tela: mi marido, resignado, dice que los nombrecillos están bien, pero no se acuerda; la astronomía no es lo suyo. Las estrellas más cercanas que ha visto son las de la Champions League. Así que le digo que los llame como quiera, que a ellos, la verdad, les da igual. No atienden por su nombre. Atienden si los llamas con sonidos cabreriles.
Si Chivita se salva, explicaré el tratamiento que hemos hecho, para que ayude a otras personas si tienen este problema con sus animales.

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