Después de un ajetreado día vigilando la evolución de Chivita, he decidido relajarme un poco al anochecer, y leer uno de los diarios que traemos del pueblo, que sirven para encender las estufas de leña, y para que mi marido repase las secciones deportivas.
¡Jamás hiciera tal cosa! En vez de relajarme, han empezado a sudarme las palmas de las manos, y a notar como un ahogo: las noticias, una tras otra, son apocalípticas:
-en Portugal han empezado a racionar el azúcar. Se acercan las cartillas de racionamiento de la postguerra...
-en Andalucía cancelan los programas sanitarios de detección precoz de cáncer de mama y de retinopatía diabética.
-desciende a 110 km/hora la velocidad máxima en autopistas y autovías: el petróleo se acaba.
-el campo se hunde: baja sin parar el número de personas dedicadas a la agricultura y la ganadería...
-Nueva Rumasa peta y en el Rayo Vallecano hace 6 meses que los jugadores no cobran.
Basta. Llegados a este punto, he quemado el diario. Es verdad, he abierto la tapa de la estufa y adentro se ha ido.
Paso también de leer artículos de la revista Integral, porque parecen las profecías de Nostradamus. Todo lo que iban publicando, se va cumpliendo inexorablemente...y eso que son revistas de hace 30 años...
Sólo queda la radio y los locos de Tiempo de juego, que retransmiten el fútbol en plan de coña. Y mirar a los gatos, relajados durmiendo sobre la mesa. De hacer el amor ni hablamos, que no quiero saber nada de órganos genitales, placentas, úteros y otras lindezas fisiológicas.
4 comentarios:
María, yo ya sé lo que te pasa... es que necesitas que llegue LA PRIMAVERA. YA.
En verdad, lo que yo necesito es que la maldita probabilidad de que entre 1000 partos uno vaya mal, no me toque precisamente a mí.
felicidades por los gemelos estan lindisimos y ahora relajate un poco por que todo ira bien
La aproximación que hacemos a la "realidad", siempre tiene un "lugar" o punto de vista, como en óptica o dibujo. Cómo bien explicas según como mires que pues aparecen tal y cual. Podemos abrir, cerrar, dirigir, centrar o abstraer ese punto de vista que, al fin y al cabo es también un punto sensitivo, en un sentido u otro (el color del vidrio).
El conjunto siempre se nos escapa, hay que hacer demasiadas "visiones" para ello, y nos cansamos.
Siempre pienso que somos todavía una especie joven y poco evolucionada, pero aun así tenemos referencias de los que han visto más en algunos aspectos.
Al final siempre nos queda el "instante" como refugio, sea cual sea su naturaleza. Y cada instante es único, irrepetible y trascendente. Porque no le afecta ni el tiempo ni el lugar, ni el foco ni el decorado. Simplemente es.
Filosofías mañaneras.
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