Esta mañana nos hemos despertado, y nos salía humo del aliento. Estábamos a 2 grados dentro de la casa de madera. Fuera, había caído una buena helada. A ver, nos gusta el frío, pero tampoco se trata de entrenarnos para ir al polo Norte. Así que hemos decidido poner una estufa de leña en la casa de madera. Nos daba pena agujerearla, pero tenemos que escoger entre este mal menor o una neumonía.
Por esta zona rural no es como en las urbanizaciones y entornos urbanos, donde si buscas encuentras de todo. Así que nos hemos tenido que rascar el bolsillo. Pero bueno, creo que vale la pena, porque los gatos, como decíamos esta mañana, nos están marcando una nueva ola de frío.
Alrededor del tubo hemos colocado un trozo de material aislante, que este sí, encontramos hace tiempo tirado al lado de un contenedor de basura. Así protegeremos la madera de la pared.
Teníamos la opción de utilizar una estufa de keroseno que tenemos, pero cada bidón vale 37,40 euros y sólo dura un mes, usando la estufa 2 horas cada día. Justo para calentar algo la casa antes de meterse en la cama.
Como parece que la atmósfera está fresquita, sobre todo por Centroeuropa, y no es descartable que la masa fría se descuelgue hacia aquí...más vale estar confortables. Además, el combustible es gratis.
1 comentario:
Robin si tenéis posibilidad de recoger palets rotos, esta madera produce mucha llama y sube rapidamente la temperatura, no cuesta nada de dinero y a muchas empresas le haces un favor. Aunque no se si cerca de ahí tendréis posibilidad de conseguir.
Pero hay que recoger todo el año para cuando hace falta tener un buen montón.
Un saludo.
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