Mi queridísimo rododendro ha florecido, y entre tanto lío de ordenadores y demás, no me había dado cuenta de que no os lo había enseñado. Después de todo lo que ha pasado la pobre criatura con el traslado, Peque comiéndoselo, mutilaciones varias, clima adverso...pues mi superviviente arbusto me ha obsequiado con una floración muy bonita. En esta foto los capullos aún no estaban abiertos, pero se percibe la futura exuberancia floral.
En este clima hay que tener estos arbustos a la sombra, porque el sol directo sólo lo toleran en lugares de temperaturas bajas. Aquí deben estar en lugar sombreado y resguardados del viento, que daña sus coriáceas hojas.
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