viernes, 3 de junio de 2011

PASANDO DE LA ELECTRICIDAD

Estamos tan ocupados en nuestras cosas que ni tiempo tenemos para perder viendo la televisión ni escuchando la radio. Entre poner una capa nueva de humus en el huerto, pastorear, ir a ver unas casas abandonadas en la quinta forca (ya pondré fotos, muy interesantes...), encontrar las fuentes del Orinoco (gracias a los perros, también habrá fotos) y construir una valla para proteger a los árboles que vamos a plantar (un fresno y una higuera que nos trajeron Mika y Adam), pues llega el ocaso y claro, por estos días tan largos, ya son las 10 de la noche. Tiempo para tomar un refrigerio, una conversación con mi marido sobre el bien y el mal, y nos metemos en la cama, que estamos cansados. Ya llevamos varios días que no encendemos ni el grupo electrógeno. Eso sí, lo malo de estos horarios tipo gallinero es que a las cinco de la mañana, yo ya estoy despierta. Y claro, a ver en qué me voy a entretener...

3 comentarios:

verónica dijo...

jajajaja.... Juli y yo vivimos un año mas o menos en un velero de 8 metros. En las vacaciones al estar fondeados no teníamos tampoco electricidad, las baterías se cargaban poniendo en marcha el motor pero como hacía tanto ruido nos daba siempre mucha pereza, pues nos pasaba como a vosotros, horario de gallinas, levantarse y acostarse con el sol, pero oye, a mí me encanta!

Robin dijo...

Lo que pasa es que desde las cinco de la mañana hasta las 8, que es cuando se despierta Josep...yo me quedo en Babia. Oigo cantar los pájaros al amanecer, los gatos peleándose y a Peque perseguir a las hembras. Vaya manera de relajarse de buena mañana...pero la luz eléctrica, sin Pascualín, no tiene sentido...

Gregorio dijo...

Despierta a Josep, que habrá algo más interesante en lo que entretenerse!!!!!