Hace unos días hicimos una excursión a la parte de la montaña que pertenece ya al término de Vinebre. En esa vertiente es donde encontramos en una excursión anterior las fuentes del Nilín. ¿Habrá más vetas de agua en esa parte del valle?
Camina que caminarás, llegamos a una curva del camino en la que crecen enormes árboles de ribera: álamos y chopos. Pero están muy frondosos...Troya, Boli y Kira, nuestros perros, se meten por el vallecillo...y salen mojados. Y allí que nos vamos a ver de dónde sale el agua.
Es increíble cómo la presencia de agua puede cambiar un paisaje, aunque sea a nivel de microescala: rodeado por un monte escarpado y rocoso, aparece ante nosotros este rincón mágico, húmedo y hermosísimo. Y en el fondo del pasillo vegetal, al pie del árbol, el agua, mágica, líquido de vida, mana entre dos rocas, dando verdor de blanduras de musgo a la dura piedra. Agua...vida.
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