viernes, 3 de junio de 2011

Y DURO CON LAS CORTINAS...


El otro día ya vísteis que mis niños se dedican a ensayar el trapecio con mis cortinas. Aunque les reñí, no me hacen caso: se van, se esconden en un rincón y al cabo de los días vuelven a hacer de las suyas. Ahora ya más descaradamente, que el otro día se intuían las intenciones, pero ahora ya abiertamente se cuelgan en grupo de la sufrida cortina de la casita de piedra.
Lo que tiene de bueno el no hacer ostentaciones de riqueza en el mobiliario es que pueden pasar cosas varias y no te pones de los nervios ni te entra mal humor, sino que te puedes permitir el lujo no material de pasarte un rato mirando disfrutar a las criaturas y riéndote a gusto...total, para cuatro días que estamos, que le den morcillas a las alfombras y a los cortinajes de Cachemir...pienso yo, luego que cada uno amueble con lo que Dios buenamente le de a entender, o a disponer, según sea el caso.

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