Me levanto esta mañana con una noticia mala: ayer mataron a un señor de 85 años en su finca de Masalcoreig, en Lleida. Este señor había pasado el día con su hija y su yerno recogiendo olivas, y por la tarde las habían llevado al molino del pueblo. Regresaron por separado a la finca. Cuando vieron que el hombre no volvía a la casa, los familiares fueron a buscarlo: lo encontraron en el almacén de la finca, muerto a golpes.
Ayer por la tarde había mucho movimiento de cazadores en nuestra zona. Pasaron unos cuantos coches por el camino de abajo. Aunque no me gusta que mis perros corran detrás de ellos...a veces conviene que la gente sepa que tienes animales vigilando.
Lo primero que me ha venido a la cabeza son los perros. Y también me he acordado de Ady el cántabro, que lo está pasando mal estos días. Tiene dos mastines macho, y se pelean entre ellos. Se hacen daño, y Adry, que los quiere, sufre. Si estuviéramos más cerca, iríamos a ayudarle. Nosotros hemos llegado a tener 14 perros, en plan manada. Mi marido era el líder, y aunque había siempre algún roce, su rápida intervención hacía que la cosa no fuera nunca a más. Nuestros amigos caninos han ido muriendo a lo largo de los años, pero aprendimos mucho de ellos y su sociedad.
Y no me irían mal un par de mastines para la finca. Para evitar que la gente tenga malos pensamientos...
El mundo rural está desprotegido: desde que estamos aquí, sólo ha pasado una vez un todoterreno de los bomberos, que estaban cartografiando la zona. No es que esté especialmente deseosa de que me ronde la autoridad por la zona, pero de vez en cuando unos paseos de coches de Mossos tampoco estaría mal, al menos para que las cuadrillas que están recogiendo olivas vean que no estamos desprotegidos en las casas dispersas. Ahora mismo estoy mirando a Kira de reojo, una perra con bastante mala leche con los extraños. De hecho, cuando vienen visitas, no puedes dejarla sola con ellos...si mi marido se aleja, se pone a mi lado y empieza a gruñir amenazadoramente a los visitantes...Espero que no tenga que verla nunca en acción...
Ayer por la tarde había mucho movimiento de cazadores en nuestra zona. Pasaron unos cuantos coches por el camino de abajo. Aunque no me gusta que mis perros corran detrás de ellos...a veces conviene que la gente sepa que tienes animales vigilando.
Lo primero que me ha venido a la cabeza son los perros. Y también me he acordado de Ady el cántabro, que lo está pasando mal estos días. Tiene dos mastines macho, y se pelean entre ellos. Se hacen daño, y Adry, que los quiere, sufre. Si estuviéramos más cerca, iríamos a ayudarle. Nosotros hemos llegado a tener 14 perros, en plan manada. Mi marido era el líder, y aunque había siempre algún roce, su rápida intervención hacía que la cosa no fuera nunca a más. Nuestros amigos caninos han ido muriendo a lo largo de los años, pero aprendimos mucho de ellos y su sociedad.
Y no me irían mal un par de mastines para la finca. Para evitar que la gente tenga malos pensamientos...
El mundo rural está desprotegido: desde que estamos aquí, sólo ha pasado una vez un todoterreno de los bomberos, que estaban cartografiando la zona. No es que esté especialmente deseosa de que me ronde la autoridad por la zona, pero de vez en cuando unos paseos de coches de Mossos tampoco estaría mal, al menos para que las cuadrillas que están recogiendo olivas vean que no estamos desprotegidos en las casas dispersas. Ahora mismo estoy mirando a Kira de reojo, una perra con bastante mala leche con los extraños. De hecho, cuando vienen visitas, no puedes dejarla sola con ellos...si mi marido se aleja, se pone a mi lado y empieza a gruñir amenazadoramente a los visitantes...Espero que no tenga que verla nunca en acción...
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