No te mojes la barriga. El mejor refrán de todos los tiempos.
Tengo el tendón de Aquiles de la pierna izquierda que parece un hueso de jamón serrano cinco J acabaíto perdío. No puedo casi caminar. Así que mi excursión en busca del pueblo perdido de las Gorraptes...tendrá que esperar. Eso, o acabar como un ecce homo.
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Para acabarlo de arreglar...a ver, hay que ir con cuidado con ciertas cosas que parecen inofensivas. Veréis...el punto de maduración de las mazorcas del maíz tiene que ser determinado con arte...no como yo...
Resulta que la otra noche, animados por el dulce sabor de las mazorcas, cogimos unas que estaban ya del color moradito característico del maíz del país. Enciendo el horno, pongo la parrilla, se hacen a la brasa...
Estaban las mazorquitas más duras que una piedra. Pero en la vida autosuficiente, no se puede desaprovechar nada. Así que a hincar el diente...y la muela.
Efectivamente, me he roto una muela con el maicito del copón. Y llevo dos días que me duele...nada importante, pero por la noche protesta la criatura, y con razón.
Y es que, aunque se empeñen en lo contrario, la edad límite de los humanoides ronda los 40 años. A partir de ahí...no os mojéis mucho la barriguita, muchachitos de Sherwood.
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