Aún están algo tiernas, pero están dulcísimas. En crudo simplemente están muy buenas, pero así a la brasa con aceite están de rechupete. En algunos sitios hemos visto que la gente de Sudamérica las unta con mantequilla: una vez compramos unas en un puestecillo callejero y estaban buenísimas también...
Desde luego, en seguida se sabe si un alimento es rico en azúcares, porque al poco de comerlo, se nota sobre los dientes una pátina rasposa si les pasas la lengua por encima: son las bacterias que viven en nuestra boca, que al tener glúcidos en abundancia, empiezan a reproducirse con gran velocidad, y nos dejan constancia de su presencia. Las mazorcas producen este efecto. Así que después de comerlas, hay que lavarse los dientes.
3 comentarios:
Que buena pinta tienen ,son como perlas doradas de muchos kilates.Cierto que con mantequilla estan muy ricas y no sabia lo de los glucidos ,lo tendre en cuenta. Hay que ver la de cosas que se aprenden contigo.
Y eso de poder cogerlas así, sin más, y comérselas tranquilamente...es una maravilla. Porque a saber qué llevan los maicitos monstruito de esos mundos de Dios...
Jjajajaj de todo menos maiz.....seguro esta lleno de monstruitos transgenicos poseidos
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