martes, 30 de agosto de 2011

EXIGENCIAS DE CABRA MALCRIADA

Desde luego, entre ellos se entienden...aquí tenemos a Peque y a mi maridín comiendo almendras, así, mano a mano. Peque se las come enteras, pero le cuesta un poco partir la cáscara. Así que cuando ve un humanoide puesto a la tarea de partir almendras con dos piedras, ahí que va, sabiendo que le vamos a dar las deliciosas interioridades que esconde el duro cascarón. Se pone moraíto de almendras, que le encantan, pero se las come muy rápido y nos obliga a darle más, sin pausa, cual cadena de montaje capitalista. Si observáis bien la imagen, veréis cómo realmente reclama con el gesto que le den más almendras...y al final, resulta que nosotros nos comemos un par, y él se hincha...es el único del rebaño que hace esto. Realmente, Peque es especial, muy especial.

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