miércoles, 10 de agosto de 2011

GOJIS



Pues tengo en la mano otra de esos exotismos que prometen el oro y el moro: unos dicen que son la fuente de la eterna juventud, otros auguran beneficios sin fin a la buena gente que los consuma a raudales...en fin, lo de siempre.

Estas bayitas rojas responden oficialmente al nombre de Lycium barbarum. Su origen es asiático, por allá por las mesetas tibetanas, de ahí que ya tenga el aura de yuyu bueno, como todo lo que proviene de esas santas tierras.

Yo de momento me conformo con intentar que germinen. El aspecto de las semillas y su distribución en el fruto ya me indicaban que pertenece a la tenaz y omnipresente familia de las solanáceas. Una garantía de lucha por la adaptación. A ver qué tal se le da el clima sisquellense.

2 comentarios:

alberto dijo...

Yo tengo unas plantitas y se van desarrollando bien, no se si en invierno se moriran por el frio, pero espero que viniendo del tibet con el frio que hace alli, no les afecte el frio de risa que tenemos aqui.

Robin dijo...

Yo por si acaso, las entraré en la casa de madera, que servirá de invernadero. A ver cómo serán estas plantitas, tengo ilusión por verlas.