La vida son momentos, imágenes que quedan para siempre en nuestra memoria. Esta del otro día me hizo sentir tan feliz...realmente, parece que estamos en el jardín del Edén. Esta vez el hombre no ha sido tentado por una serpiente, ni por una mujer, como aseguran los antiguos escritos del Génesis. Él ha decidido comerse la manzana. Es ácida, pequeña y amarilla. A él le gustan así. Lo rodean sus animales, sus perros y sus cabras. Coge la manzana, me mira y me sonríe: está buena- me dice.
¿Cabe mayor felicidad, mayor sencillez?
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