Tengo a mi maridín sentado a mi lado. También tenemos abierto un libro de poesía trovadoresca. Le digo:
-Anda, cariño, hazme una poesía.
Respuesta: Y yo qué se...
Me cago en la leche...encima empieza a recitar tonadillas irreproducibles de marcado carácter libidinoso.
¡¡¡Basta ya!!!! Qué penoso, por favor...
Así que nos remitimos a Ibn Hazm de Córdoba, que en tiempos arcanos escribió lo siguiente:
A la que posee mi corazón, un día le di un beso, por sorpresa: por muchos años que viva, no pensaré que he vivido, en realidad, sino aquel fugitivo momento.
Qué macho, cómo se te ha quedado el cuerpo...
Es inútil, mi maridín sigue componiendo guarradas irreproducibles...pero menos da una piedra.
Por ejemplo, una perla:
Tengo un higo chumbero...
Un día me da un higo blanco,
y otro día un higo negro...
Y sin beber vino.
2 comentarios:
Jaaajajjajja a vr si va a inventar una nueva corriente cultural!! jajjajjaja me imagino la imagen y.....jajjajaja
Pues espera, que luego se picó, porque le empecé a enseñar poemitas que me envían "mis admiradores"...y se pasó toda la tarde con "tengo un olivo en la finca y si vienes conmigo el menda te la hinca" y cosas horribles que desde luego...y yo "para, para, que no puedo más de risa"...el sufismo ha quedado ya antiguo, ahora viene la new age del josepismo.
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