Bueno, cada vez el tema de la clasificación de las plantitas se pone más difícil. Lo fácil está ya hecho. Ahora toca dejarse las retinas en el intento. Tal es el caso de esta planta, de la cual no hay forma de saber el nombre, porque me estoy dejando los ojos en el arte de saber si tiene los pétalos libres o soldados entre ellos. Es muy abundante en la zona de olivar labrado, y la gracia suprema es que las inflorescencias en las que se agrupan las minúsculas florecillas imitan a la perfección una oruga, con sus múltiples patitas. ¡Es genial! Prometo no desistir en la clasificación de la niña-oruga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario