Estos bancales están preparados ya para recibir una siembra de judías. Gracias a Aurora y a Eulalia cuento con dos variedades nuevas, y a Dios pongo por testigo (uy, a ver si me va a caer un rayo fulminador...) que no pararé hasta que encuentre la variedad adecuada que resista el calor y el ventet dels collons. Se trata de dos variedades de porte bajo, la Nassau y la Superba. Que sean de mata baja es una buena opción, porque así están más a salvo del ciercillo éste.
Los bancales han sido trabajados como sigue: la tierra, bien removida con la fanga, y a continuación, paladas de estiércol y de humus. Nueva removida et voilà: han quedado estos túmulos que ni en Glastonbury podrían ser mejores.
A ver qué tal se dan las judías...también he plantado en otro bancal preparado de igual modo las maravilla del Piamonte.
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