Mirad quien viene a vernos...un bugui. Este cochecito sí que me gusta: me parece que voy a plantear una nueva timba de póker, pero esta vez no va a haber clemencia. Si gano, gano, qué leches, que de tanto intentar ser buena, al final me voy a volver gilipollas.
No hombre, no, nada de timbas. Cada cual con lo suyo. Aunque sea poca cosa...
Jopelines, qué mal, pero qué mal, que me sienta el calor, por Dios Santo...
Pues la verdad es que el vehículo es fantástico: pasa por estos caminos y triscales que es un portento. Incluso creo que podría pasar por encima de la Roca de Sión...
Igual lo vamos a comprobar...je, je, je...
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