En buena hora se me ocurre a mí preparar semillitas nuevas. Con estos calores, hay que estar contínuamente regando y regando, porque se secan enseguida si les falta un poquito de agua superficial. Además el pernicioso calorcillo viene acompañado de un extraño viento de levante recalentado...no sé, es rarísimo. Incluso se evapora el agua de las bandejas que coloco debajo de las macetas, con enorme rapidez.
Eso sí, hay algunas a las que las altas temperaturas les sientan de maravilla; por ejemplo, nuestros queridos cañamones, que están ya prestos para ser transplantados a macetitas individuales. Desde luego, mala hierba...
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