Tengo una maravillosa colección de tábanos más tiesos que la mojama. Me sabe mal, pero los picotazos son insoportables. Si te sientas en el exterior, empiezan a dar vueltas a tu alrededor, hasta que se posan en tí y ¡zzaaaaaaaaaaaaaassssssssss! te ensartan. Mientras los oyes revolotear, es buena señal, es que están volando; en cuanto dejas de oirlos...tiembla Troya. Están sobre tí...
Son muy grandes y tienen un pico triangular que espanta. Y eso que este verano, durante el mes de julio no había ni uno...pero ahora vuelven con renovadas energías.
Mi maridín se chuleaba: pues a mí no me pican-decía la criatura; y éte aquí que estos tres los ha trincado intentando picarle. Bueno, intentando no: le han dejado un muslo que parece las dunas de los Monegros.
2 comentarios:
bien muertos esten! el pasado verano andando por la montaña vimos un riachuelo con un refugio ,paramos el coche bajamos y de pronto aparecio una nube negra de tabanos que picaban a matar ,nunca habia visto algo igual ,nos metimos al coche corriendo y rodeaban el coche ,yo me lleve la peor parte por que a mi me pican enseguida los bichos,pero nunca los habia visto asi en bandad te aseguro que daba miedo.
Dios mío, qué escena tan horrible...sin duda es un ardid del Maligno Mou.
Yo de momento empiezo a ver la utilidad de ciertas vestimentas al estilo árabe, que usadas voluntariamente y sin imposición alguna pueden resultar útiles, como por ejemplo, un burka...
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