Aquí estamos, esperando los nacimientos, que se hacen esperar. De momento, Oskar cae también del carro de las apuestas. Había dicho que sería el día 5...regalo de Reyes...pues no. La siguiente en la lista es Mika, que ha apostado por el 7.
Esto pasa por no anotar adecuadamente los días de los celos. Bueno, yo con perros y gatos lo he hecho siempre, y tengo como atenuante que este año estábamos con el tema de la reconstrucción, y se me pasó por completo...pero no cuesta nada coger un lápiz y en el calendario anotar los días de las montas. Esto debe hacerse también con otras cosas:
-celos y días de monta
-días de vacunación y desparasitación
-día de los nacimientos
-días de tratamientos sanitarios con medicación
-días en los que hemos hecho limpieza de pezuñas, o de las instalaciones
-cualquier cosa que realicemos que merezca nuestra atención posterior.
La memoria a veces no da para tanto. Yo me he pasado horas y horas intentando recordar qué día fue cuando Morita estuvo en celo, y no hay forma humana de recordarlo. Así que aquí seguimos, en espera. A nosotros no nos importa demasiado, porque no nos movemos de la finca apenas y estamos al tanto, pero si otras personas necesitáis mayor movilidad, pues...lo que sí suele pasar es que el día que te ausentas es cuando se produce el parto. Las cabras suelen parir con total normalidad sin intervención humana, pero en este caso, como el macho está en el mismo corral, queremos controlar la reacción que esta criatura pudiera tener. A veces, al oler la sangre y la placenta, se ponen nerviosos y empiezan a dar topazos, persiguiendo a la hembra, y pudiendo dañar a las crías. Así que hay que estar al loro.
1 comentario:
quitad al macho del medio por precaucion es lo mejor ademas un macho joven como ese jugando se puede cargar un cabritillo
quitadlo ya
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