Ahora que estamos en pleno verano, es el momento de hacer balance sobre cómo hemos pasado el invierno y la primavera a nivel de resfriados y afecciones varias que en Urbanilandia son de casi casi obligado cumplimiento para sus sufridos habitantes, tales como los gripazos galopantes y obstrucciones bronquiales variadas.
Pues os diré que en La Sisquella...ni un puñetero resfriado hemos tenido.
Algún día especialmente frío en que yo notaba alguna punzadilla en la garganta, cogía un ramito de tomillo, me hacía una infusión, la endulzaba con miel y tomándola lo más caliente posible...al día siguiente, ni rastro de molestia.
Ahora que hace calor, no hay peligro de resfriados. El sol nos baña, nos protege, nos fortalece. A partir de mediados de agosto, cuando el tiempo empiece a cambiar, a nublarse, a ser más tormentoso...empezaremos a prepararnos, tomando las infusiones de tomillo para prevenir y preparar el sistema respiratorio para los cambios de temperatura.
El sol, el aire, el cielo, el huerto, la leche y los huevos de nuestras cabras y gallinas...las mejores medicinas.
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