Esta planta, que se conoce principalmente por su uso en la cultura anglosajona en ciertos ritos navideños, es una planta parásita. Crece generalmente en manzanos, perales, chopos, robles y pinos. En nuestro caso, el muérdago que nos rodea crece sobre las ramas de los pinos blancos que hay alrededor de nuestro maset.
En tiempos de los celtas, los druidas consideraban que esta planta era mágica. La verdad es que debemos evitar comer sus pequeños frutos blancos, que parecen perlas. Tiene uso medicinal, pero hay que saber dosificarla correctamente. Tiene propiedades antitumorales, lo cual significa que contiene sustancias altamente activas. Sin embargo, curiosamente, las cabras se la comen, y no les produce ningún efecto negativo. De todas maneras, procuro apartarlas de ella cuando veo que se la van a comer, tanto para evitar efectos adversos como para proteger a esta extraña planta, que nunca había visto antes en su estado natural.
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