Efectivamente, ha habido dos bajas en las plantas de maíces que obtuvimos del huerto. Estos maíces habían germinado de granos dejados por las cabras y gallinas y que pasaron al huerto en el compost. Pues bien, dos de las cinco plantas que quedaban han degenerado rápidamente. Podríamos pensar que sea consecuencia de que el otoño-invierno no es la época idónea para su desarrollo, si bien están dentro de casa, a una temperatura adecuada. El maíz también es sensible a las horas de luz o fotoperíodo, requiere unas horas de luz determinadas para desarrollarse. En la foto, en primer término se ve una planta ya muerta, más pequeña, y la de la derecha muestra una hoja que empieza a secarse.
Si bien no podemos descartar que las condiciones ambientales hayan tenido influencias negativas, no deja de ser significativo que estos maíces monstruo, de origen no indicado en el saco de la cooperativa donde se compró y casi con total probabilidad de origen híbrido, si no transgénico, no se desarrollen. Incluso hay semillas manipuladas genéticamente que llevan incorporado un gen terminator (se llama así de verdad) que las lleva a la muerte. El agricultor que pretenda usar estas semillas para seguir cultivando año tras año verá cómo o bien las plantas no germinan o bien al alcanzar determinado grado de desarrollo, se mueren. Así que hay que ir y comprar semillas nuevas al proveedor...
Suerte que tengo guardadas como oro en paño las semillas de maíz morado del país de Peret1945 y del maíz de Otiñar...
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