MANZANAS, NUECES Y CALABAZAS DRUIDAS

Hoy hemos recibido una visita mágica. Mika, Adam y Schakti han venido desde su santuario para conocernos. Y realmente, son custodios de un lugar que no parece de este mundo. Aunque sí lo es, y es un ejemplo de cómo puede ser este planeta si los humanos no nos preocupáramos tanto de nuestro pellejo, y pensáramos más en lo que nos rodea.

Iba a poner una foto de la casa donde viven; pero no lo voy a hacer, porque a pesar de ser una casona-palacete espectacular, con torreón incluído, el espíritu del lugar se capta más intensamente en el entorno: la fuerza está en la tierra, los vegetales, el agua, las piedras.

Las conversaciones en el día de hoy puedo decir que han sido unas de las más intensas y ricas que he tenido en mi vida. De estas personas se desprende energía, vitalidad, amor a la tierra y a las criaturas que la habitan. Naturalmente, en sus frondosos jardines habitan elfos, duendes y hadas, que están muy a gusto con sus corrientes de agua. En nuestra pequeña finca, los seres feéricos son más de secano, pero también hay, recordad la sillita restaurada y esa especie de mesas de duende de las que os he hablado alguna vez, y de las cuales hay una foto cuando os hablo de la piedra de moler.

Hay unos libros, que son mi lectura de cabecera desde hace varios años. Son cuatro libros, "Las nieblas de Avalon". Pues la sensación que ha quedado impregnada en la casa cuando se han ido es como si hubiese venido de visita una delegación de la isla sagrada, con Viviane, la Señora del Lago, a la cabeza.

Y que conste que no he fumado hojas de nogal. Nos hemos comido una paellita, y de postres naranjas. Lástima que Leti y Juan no han podido venir, pero otra vez espero que podamos reunirnos todos, y recibir de nuevo un soplo de la energía del pueblo de las hadas.

Es difícil en los tiempos que corren encontrar gente que venga a ofrecer. Ellos lo han hecho.

Las nieblas de Avalon es una tetralogía escrita por Marion Zimmer Bradley sobre la leyenda artúrica.