No puedo por menos que estar orgullosa de nuestras patatas. Mirad que hermosas...la lluvia del otro día las ha revitalizado. Aunque esta noche...hemos tenido la visita del jabalí. Suerte que el visitante nocturno se ha limitado a escarbar un poco con el hocico y no ha roto nada. Se ve que tenía interés en ver qué había debajo de la tierra. Una vez comprobado que lo que hay no le gusta, se ha ido a otra cosa.
Menos mal, porque mira que están hermosas nuestas patatas...
Y en primer plano, los ajos gigantes, tan capulláceos ellos...tengo ganas de ver el tamaño de los bulbos que desarrollarán este año. Son divertidos, y se comen asados preferentemente. Sirven también para fardar con los amigos-mira tú, qué ajos me salen en el huerto, tú, y no les tiro nada de abono, nada tú, mano que tiene uno...
2 comentarios:
Me parece observar que los ajos quieren florecer; quizás debieras ya recolectarlos.
Hola Josep. Siempre espero a que esteń secos para sacarlos de la tierra. Donde vivía antes, los recogía para San Juan. Aquí van más adelantados. Los ajos normales ya los he sacado, éstos gigantes tardaré algo más. saludos.
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